¿Qué es la mediación?
En un sentido estricto, la Mediación se considera un método de resolución de conflictos pacífico y dialogado que permite crear, a partir de un proceso y de unas técnicas que aplica un tercero imparcial sin poder de decisión, el mediador, un espacio óptimo de comunicación en el que las personas en conflicto, las partes, gestionan de forma adecuada sus diferencias, llegando por ellas mismas con la ayuda del mediador a los acuerdos que estiman oportunos.
En un sentido más amplio la Mediación se considera también una cultura cuya fundamentación teórica procede de disciplinas como el Derecho, la Psicología, lo Social y lo Espiritual, con unos principios y valores propios mediante los cuales contribuye al desarrollo y expansión de la paz social.
¿Qué es un mediador?
Un mediador es una persona con formación en Mediación que se dedica profesionalmente a ayudar a las personas a gestionar de forma adecuada los conflictos, es decir, se dedica a mediar entre personas en conflicto y, en ocasiones, a formar a las personas en Mediación.
En un procedimiento de mediación el mediador es un tercero imparcial y sin poder de decisión, el cual ayuda a las partes a gestionar sus diferencias a partir de la aplicación de una serie de técnicas, pero no toma partido por ninguna de ellas, ni decide sobre el fondo del asunto, siendo las partes las que deciden los acuerdos a los que quieren llegar.
¿En qué casos me puede ayudar la mediación?
La Mediación se puede aplicar prácticamente a la totalidad de ámbitos de la vida en los que surgen desacuerdos, siendo imprescindible para ello la voluntariedad de las personas en conflicto de acceder libremente a la Mediación, con la excepción de los casos de violencia de género, los cuales no son mediables bajo ningún concepto.
Así, pues, la Mediación puede ser de gran ayuda en casos de incumplimientos contractuales, impagos, divorcios, disputas familiares entre hermanos, disputas entre padres e hijos, desacuerdos entre los socios de una empresa, desavenencias entre vecinos, entre proveedores de productos/servicios y consumidores/usuarios, conflictos en el lugar de trabajo, en centros escolares, etc…
¿Cómo es un proceso de mediación?
El proceso de mediación es un proceso informal, flexible y creativo. Esto significa que no existe un proceso de mediación único, sino que su estructura y desarrollo dependerán del tipo de conflicto, de la formación del mediador y de las necesidades de las partes. Sin embargo, hay una serie de elementos comunes en todos los procesos de mediación (fases): Los previos o premediación, la formalización o encuadre, la explicación de los hechos por las partes, la agenda, las opciones y generación de ideas, las propuestas y el acuerdo.
El proceso de mediación se asienta sobre unos principios rectores: autodeterminación, voluntariedad, confidencialidad, imparcialidad, buena fe y respeto al marco legal. Estos principios son aplicables al proceso, a las partes y al mediador, y son la piedra angular de la Mediación.
¿Por qué la mediación es mi mejor opción?
La Mediación, como medio de resolución de conflictos pacífico y dialogado, permite crear un espacio de comunicación óptimo para la escucha, la expresión y la comprensión mutua de las partes.
Como consecuencia del principio de autodeterminación que rige el procedimiento, las partes dirimen sus diferencias tomando ellas mismas las decisiones que estiman oportunas y llegando a sus propios acuerdos.
La relación entre las partes sale fortalecida, porque los acuerdos a los que llegan las partes de forma colaborativa son acuerdos en los que se contemplan los intereses de todos los implicados y donde todos ganan.
El proceso de mediación se adapta a las necesidades y a los ritmos de las partes, haciendo el mediador de cada proceso un proceso único para ellas.
La Mediación es un método de resolución de controversias ágil y económico, lo cual permite a las partes ahorrar tiempo, dinero y desgaste emocional.